Fuimos a celebrar nuestro aniversario.
El ambiente estupendo muy acogedor.
El servicio muy atento y agradable.
Lo mejor el vino y la comida nos delitemos con menu del chet Enrique Medina.
No le dado 5 estrellas en la comida pues el cordero no me gusto.( Yo no soy de carnes).
Pero a mi pareja le encanto.
Todo fue maravilloso y nos hizo viajar atraves de los sentidos seguro que volveremos.
Una sugerencia .
Podriais cambiar de la camara polaroid. Por algo mas moderno pues la calidad y nitidez de la fotografia es baja con su poca iluminacion del flash.
Menú EM Petit, uno de los menús diseñados que propone Enrique Medina y que Yvonne Arcidiacono engrandece en sala.
Una manera de entender una profesión que es un ejemplo del que aprender y al que apreciar.
Un estilo muy cuidado, limpio y sincero, tanto en cocina como en sala, que, tras años de profesión, siempre mantiene una personalidad muy identificativa. Ya sea en cocina, por su diseño y empecinada y milimétrica estilización, como por su conseguida resolución o en la sala, con el dogma generado por Yvonne, que anticipa, preside y modula todo momento y circunstancia.
Muy recomendable su visita.
![5]( "Recensione")
Ubicado en el corazón de la ciudad, el restaurante Apicius se erige como un referente culinario que combina una propuesta de autor con la exquisitez de menús de degustación. Aunque su reputación de ser un establecimiento algo caro es innegable, esta etiqueta se justifica con creces gracias a la calidad excepcional de su cocina y al cuidado meticuloso que impregna cada detalle de la experiencia gastronómica.
La carta, que rinde homenaje a la creatividad y la innovación, ofrece platos elaborados con ingredientes de alta calidad, presentados con una estética visual que refleja la pasión por la gastronomía de autor. Los menús de degustación, diseñados con maestría, permiten a los comensales sumergirse en un viaje culinario, explorando una variedad de sabores, texturas y técnicas culinarias.
Lo que distingue a Apicius va más allá de la simple oferta gastronómica. Cada plato es concebido con un esmero que denota un auténtico mimo por la cocina, evidenciando la dedicación de los chefs a proporcionar una experiencia única. La atención al cliente, igualmente cuidada, contribuye a crear un ambiente acogedor y sofisticado.
Aunque el precio pueda ser un factor a considerar, aquellos que buscan una experiencia gastronómica refinada y memorable encontrarán en Apicius un destino que va más allá de la simple comida: es un viaje sensorial que deja una impresión duradera en el paladar y en la memoria.
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