Nuestra visita al Bar Sol superó nuestras expectativas gracias a la combinación de un servicio excepcional, un ambiente encantador y platos deliciosos. A pesar de estar lleno, el nivel de ruido era moderado, lo que permitía mantener conversaciones sin esfuerzo. A esto se le suma la gran cantidad de ventanales que permitieron llenar de una gran cantidad de luz natural el local, mejorando así el ambiente. A destacar el personal, fue amable y profesional desde el momento en que entramos. Nos atendieron rápidamente, y fueron atentos durante toda la velada, ofreciendo recomendaciones y asegurándose de que estuviéramos cómodos. Pasando al plato fuerte, nunca mejor dicho, el menú ofrecía una amplia variedad de opciones, optamos por diversos bocadillos todos de extraordinaria calidad servidos sin una gran demora. A destacar de entrantes los calamares la puntilla y las patatas bravas, todos de magnífica calidad y con cantidades abundantes. En cuanto a las bebidas ofrecen una amplia variedad de opciones. Los cócteles estaban maravillosamente preparados y presentados, además de utilizar marcas de primera. También optamos por un vino recomendado por el camarero, que complementó perfectamente nuestra elección de platos. Finalmente terminamos la cena con un delicioso café de grano molido al momento. Los precios son asequibles, teniendo en cuenta la calidad de la comida y la experiencia general justificaron con creces el gasto. Salimos sintiendo que obtuvimos un buen valor por nuestro dinero.

La acústica del local es un poco mala, pero los q es la comida está muy bien.