Esmorzaret a otro nivel. Desde que descubrí este lugar, el clásico esmorzaret valenciano ha pasado a otra dimensión. Combina el típico almuerzo de cacahuetes, vino y gaseosa, creamaet y demás con una exquisitez, buena atención, tranquilidad y música relajante que no es fácil de encontrar. Tiene 12 tipos de bocadillos gourmet a precio casi de almuerzo popular (incluso más barato que algunos si te pides cremaet, incluido en el precio).
Por suerte no hay que reservar para degustarlo (de momento). Está a un paso de la Ciudad de la Justicia. Dispone de amplio comedor y terraza.
Comida para dos, menú degustación de 4 entrantes: gyozas de pato, empanadillas de ternera, ensalada césar y brioche de pulled pork. Plato principal: salmón con cuscus y solomillo con salsa de queso de Cabrales. De postre: tarta de queso y cheesecake de chocolate. Nos ha gustado mucho todo, las gyozas y el brioche buenísimos, el salmón y el solomillo muy tiernos y la salsa de Cabrales suave que acompaña muy bien. La tarta de queso y el cheesecake de chocolate muy cremosos. Muy buena atención. Sin duda muy recomendable.
Fuimos con una caja Wonderbox y la verdad es que repetiremos, nos sirvieron el menú de san Valentín y estaba todo riquísimo.
A destacar las patatas asadas bravas, que estaban buenísimas
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