He estado aquí con mi novia y nos hemos encontrados muy bien. El personal ha sido amable y los platos súper bonitos. Patatas bravas quizás como un poco más de jamón (casi no estaba) .. pero en general bien.
Los bocadillos que pedimos de jamón ibérico con queso de oveja, estaban buenísimos y las patatas bravas con alioli y jamón también.
Tuvimos bastante suerte a la hora de sentarnos, porque suele haber una espera de 15 a 20 minutos para entrar, consumir en el local tiene un coste de 2 a 3 euros por persona adicional a los mismos bocadillos que hacen para llevar.
Es un lugar ideal para los amantes del jamón ibérico. El local es acogedor y el servicio es atento y profesional. La carta ofrece una variedad de platos elaborados con productos de calidad, como croquetas, ensaladas, quesos y embutidos. Pero lo que más destaca es el jamón, cortado al momento y con un sabor y una textura incomparables. El precio es razonable para la calidad que ofrecen.
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