Jose Ignacio Munuera López
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Fuimos a comer y acabamos eligiendo pedir de carta ya que no había menú semanal (pese a ser viernes) y la otra opción era menú degustación.
Acabamos pidiendo 3 entrantes para compartir y un plato principal cada uno. Las migas y la tarta de queso estaban espectaculares, fue lo que más nos gustó sin duda. El servicio también fue de 10 en todo momento.
El único pero fue que acabamos pagando 52€ por cabeza y desde mi humilde punto de vista me pareció un poco caro relación calidad precio, además de que otros platos que no he mencionado me parecieron raciones algo escasas para su precio.
Me encantó el lugar por dentro está decorado con gusto y elegancia como una casita de montaña 🏔️🫶🏻 Las vistas son impresionantes pues a través de los grandes ventanales puedes comer viendo caer la nieve ❄️ Respecto a la comida, gran sabor y buen hacer del cocinero que logra reversionar la gastronomía de montaña siendo pionero en dar una vuelta e ir un paso más allá en la cocina y productos de la zona. El servicio es cercano y amable. Volveré 👏🏻
Reciente e interesante apertura con una propuesta gastronómica moderna y atrevida, trabajo de fondo en encurtidos, salazones y escabechados.
Buena materia prima, potenciando la gastronomía de la zona (esturión, trucha, cordero) con guisos y fondo.
Buen gusto por la parte líquida con amplia bodega, además de un servicio agradable y cercano.
Propuesta difícil de encajar para el perfil turista que suele frecuentar la zona.
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