Tras pasar por delante y descubrir este sitio nuevo (enero de 2020) decidimos que el día siguiente vamos a venir a a desayunar, atraídos por su cartelito ofertando desayunos venezolanos de 10 a 12:30. Local muy mono y agradable, con unos cuantos espacios distintos, nos llama la atención el cartel de brunch criollo que tienen los fines de semana, pero no es nuestra idea hoy. El modo de pedir es tipo lugar de comida rápida, eliges en el mostrador y luego te lo llevan a la mesa. Ya que yo necesito 2 cafés para empezar el día acordamos pedir 3 desayunos, un salado por persona y un dulce para compartir. Menú empanada, menú Natalia y menú golfeado. Empanada de queso, un poco grasienta pero rica. Empanadilla de Natalia. Trae 2 unidades, carne picada con verduras, rica y muy llenita. Rollito de panela con queso guayanés. Es un dulce distinto ya que no es del todo dulce pero a la vez es super dulce. ¿Os queda claro? Por 11€ salimos llenitos y fue una buena experiencia aunque si volviese sería para probar las arepas, sé que tenían un menú cuando abrieron pero no sé si lo mantienen, lo que sé es que desde bien pronto se orientaron mucho al delivery y eso seguramente les salvó de lo que nos tocó un par de meses más tarde.