Un buen lugar para comer o cenar diferente, ya que la comida nepalí, debido al gran uso de especias, no se parece mucho a nuestros platos. El establecimiento tiene una bonita decoración, el personal es muy amable y el ambiente donde se situa muy tranquilo comparado con el centro. La comida buenísima, bueno, he de admitir que para mí llevaba demasiadas especias, pero a mí y a mis compañeras nos gustó mucho.
Recomiendo tomar algún postre o té al final, merece la pena.😋😋
No es el típico Chino o Japonés que estamos acostumbrados, es comida más exótica si cabe y ,eso si, bastante especiada. El personal es muy amable y atentos a la hora de explicarte algo de algún plato o las dudas que puedas tener. Precios razonables.
Grato descubrimiento gastronómico, precios muy competitivos, el sabor tan intenso típico de los platos de Nepal, India y El Tíbet. Recién inaugurado, calidad y abundancia en los platos, encargado y camareros educados y agradables. Sin duda alguna es para repetir.
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