Restaurante con unas vistas maravillosas en la terraza delante del mar. Los platos que degustamos estuvieron muy bien, tales como; cuscús, tajin, ensalada de tomate, feta y albahaca, almejas, y helados. En fin, estuvimos muy tranquilos y cómodos sin ruido solo escuchando las olas del mar. En este restaurante siguen cocinando algunos platos arabes del antiguo dueño que es de Argelia y la verdad están muy bien.
Los mejillones en salsa picante están riquísimos y el milhojas con pasta de dátiles y helado de pistacho me encantó. Las coquinas eran pequeñas pero súper sabrosas. El ambiente como siempre muy agradable con unas vistas espectaculares desde la terraza. El cuscús es su especialidad y en otra ocasión lo probamos y no nos decepcionó. Recomiendo este sitio porque se sale de lo habitual y se come muy bien.
El lugar es tranquilo, con unas vistas y un ambiente respectacular. Por lo general sirven bastante rápido. El precio de los platos nos han parecido buenos. Pedimos un Solomillo a la pimienta, que estaba buenísimo, la salsa especialmente buena y un Tajine de pollo que también estaba muy rico y bien de precio. ¿He dicho ya que las vistas son espectaculares?
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