Un sitio moderno e innovador. La cena muy buena, el servicio muy atento, buena música, todo muy limpio... y después de cenar, una copa jugando a dardos. Lo único negativo, los sensores de los dardos no captaban a veces la tirada y había que introducir los datos manualmente en la pantalla, pero en general nos gustó mucho.
Primera vez que vengo, las quesadillas y risoto saladisimo, la pasta con excesivo orégano, el cortado malísimo. El servicio aunque atento tardan mucho.
El local me ha gustado, se tendrá que probar por la noche a ver.
Fuimos a cenar un grupo de ocho amigos y nos invitaron a un cóctel que hace una coctelera con mucho rollo que viene de Londres.
La comida de lujo, alitas de pollo sin hueso con salsa muy rica, carrilleras alucinantes, croquetas, burger (con donut!), perrito y unas pizzas que no se han visto en el Baix hace años.
14€ por persona, nos pareció barato, comida, bebidas, dardos y musicote.
Volveremos pero con reserva, por que está siempre lleno y nos tocó esperar
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