Miquel Àngel Ferrà Alemany
+5
Maravillosa experiencia en un lugar idílico, y sí, digo idílico por el gran cuidado que se ha tenido para diseñar y distribuir el restaurante lo cual hace de la experiencia de uno que sea, sin duda, inolvidable.
El servicio también hay que decir que es extremadamente atento y eficaz, poca espera entre servicios y todo impoluto.
En cuanto a la carta, hay dos opciones, hacer el menú de 7 platos y dos postres por 125 euros, lo que considero un precio contenido y adecuado o, directamente, utilizar la carta. En carta hay unas 20 opciones y unos 5-6 postres con precios oscilando entre 13 euros y 50 euros, pero, los platos valen completamente el precio asignado.
En mi caso, deleité dos entrantes perfectamente ejecutados y con un sabor fascinante y dos segundos, de los cuales, sin duda, el arroz de cigalas y crestas de gallo se llevó la joya de la corona ya que la combinación de texturas del plato y la gran intensidad de sabor era fascinante. En cuanto al postre, escogimos el vainilla, muy de mi agrado, sabores muy suaves (sobretodo el pa de pessic y el helado) contrarestados por el punch de sabor del regaliz.
Aspectos a mejorar? Poco puedo decir, me extraña que no tenga ninguna estrella el lugar.
Además, te reciben con 3 aperitivos de bienvenida y una copa de espumoso y, para terminar, 3 petit fours de temporada.
Por último, agradecer a la experiencia que tanto el Somellier (que, por desgracia no reconocí por las gafas, ho sento Josep) y el mismísimo Joan Roca salieran a preguntar mesa por mesa como había ido la experiencia.
Sin lugar a dudas, uno de los mejores sitios de Girona.
El espacio de @masmarroch es muy agradable para grupos, celebraciones familiares y eventos de empresa. Si buscas un espacio más íntimo, no lo acabo de ver…La calidad es buena, especialmente en los aperitivos (🔝10) y los entrantes, los platos principales, desde mi punto de vista, no tienen la calidad que se podría esperar. La atención es ligera y bastante impersonal, tipo catering, también los precios son más ajustados para intentar llenar cuando les quedan huecos entre eventos. Vale la pena probarlo si estás por allí! Gracias!
5* no son suficientes para este lugar. La posibilidad de probar los platos icónicos del Celler de Can Roca en este entorno y servicio es una maravilla.
Fantástico nivel (notable alto) de la mayoría de platos, con detalles muy agradables (cava, entrantes y petit fours) y atención muy cuidada, que ejercen de perfectos anfitriones.
El postre del viaje a La Habana nos dejó maravillados.
Además, la fortuna de pedir el vino a Josep Roca (suelen pasar por ahí) entre una bodega espectacular y que te cuente los detalles es absolutamente increíble.
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