Fuimos a este restaurante un grupo de cuatro amigos porque queríamos probar algo diferente y nos encantó! Está en una calle céntrica de Vigo. El local es pequeño pero muy acogedor, con diseño moderno y minimalista.
Desde el primer momento los camareros muy atentos, se ofrecieron a explicarnos el menú y nos aconsejaron a la hora de elegir los platos. Comida típica peruana, casera y de calidad.
Recomiendo las croquetas del mar, deliciosas, y los arroces también buenísimos.
Salimos muy contentos. La relación calidad precio es adecuada.
Sin duda repetiremos.
Es la segunda vez que vamos y las dos veces fueron con el menú espectacular que tienen. Por 13 euros comes un aperitivo, un primero y un segundo con pan y agua/refresco/cerveza incluido y por un euro más el postre. Si vas a carta el precio sube bastante pero desde luego merece la pena probarlo, la comida está deliciosa y el ambiente es muy agradable.
Tomamos menú del día. Una maravilla por 13€ (14 con postre).
Tenian algunas opciones a mayores de lo que aparecia en el menu (por ej ceviche en los primeros).
Muy agradable la atención.
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