Restaurante estilo Masía Catalana, con una decoración lograda a la que hace referencia su nombre “Selva Negra”. Comimos su menú festivo, y dentro de lo que puedes esperar, buena relación calidad precio. De primero Habas a la Catalana, no estuvieron mal, pero tampoco para destacar, y de segundo Rabo, este sí que mereció la pena y fue un acierto escogerlo, muy bueno. El postre fue arroz con leche, bastante normalito. A destacar que disponen de aparcamiento. En general bien, volveríamos a repetir. El personal agradable y atento, y el precio dentro de lo esperado actualmente.
Comida de calidad y platos abundantes. El entorno es muy bonito y el interior del restaurante también. También hay sitio para aparcar y esto se agradece.
Fuimos a comer con el menú de domingo. En un primer lugar no nos ha dado un buen aspecto la calidad de las sillas o mesas, parecían desgastadas y usaban mantel en algunas mesas, en otras no.
En segundo lugar el menú es generoso, calidad tanto en los primeros como en los segundos. Estaba todo muy muy bueno. El pato se deshacía en la boca, los canelones exquisitos. Lástima que los postes no han acompañado la calidad de todo el menú.
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