Fuimos 2 personas a comer un lunes. Realmente escogimos el pans porque queríamos comer pronto y era el único restaurante del vallsur abierto en la planta de arriba a las 12:30. El resto empezaron a abrir a las 13:00 largas. He ido en múltiples ocasiones (desde cuando estaba su competidor el bocatta en el mismo centro comercial) a comer o cenar a este restaurante por el trato y calidad de sus materias primas. Es la opción vieja pero confiable. Su carta quiere dar la imagen de productos sanos y frescos. Además llevan mucho tiempo comercializando con envases y cubiertos mayoritariamente de cartón o papel. Si no voy más a menudo es por el precio y por probar cosas nuevas, aunque el pans nunca decepciona. Pedimos 2 menús, uno nuevo "street pans" y el del bocata de salmón. Lo distintivo en este local es que como acompañante puedes pedirte patatas bravas. El nuevo menú traía 3 bocatas más pequeñitos para probar un poco de cada: pollo crujiente, pulled por y pollo asado. Este último fue el que menos llamó nuestra atención. El de pollo crujiente estaba genial, muy tierno por dentro a diferencia de otros locales de pollo frito que parece piedra y cuesta comerlo y el de pulled pork súper deshilachado, no sé hacía bola y de sabor estaba perfecto. Si tuviera que añadir algo es que me encantaría que sacarán una nueva versión del bocadillo de pinchos morunos con mayonesa que más me pedí en mi infancia, aunque no recuerdo bien si lo comercializaba el pans o el bocatta, pero estaba delicioso.

Me gustó mucho todo lo que pedí,atienden relativamente rápido,y la atención es muy buena.