Menú del día a buen precio y buen servicio y presentación.
Un local que no renuncia a atender a la gente del barrio e ir un poco más allá dando servicio a la gente foránea con productos de la tierra.
Las críticas de malos olores o mala cocina sin ponerlas en duda, yo no lo he visto.
Mi experiencia es que me ha gustado.
Taverna pequeña y familiar. Tienen una carta reducida pero muy casera y bien cocinada.
Mi plato preferido los canelones de espinacas y las albóndigas de bacalao, probamos tambien la ensalada de sepia y la musaka. Además tienen cerveza Estrella Galicia y Turia que me encantan. Cenamos muy a gusto.
El primer día que fui, me transportó a mi infancia. Volví a sentir los mismos sabores de los platos q mi abuela nos preparaba. Se pueden decir más cosas culinarias o de ambiente del lugar, muy acogedor por cierto. Pero creo q la descripción perfecta es esa. Poder sentir a mi abuela, a través de sus platos, después de tantos años, no tiene precio.
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