Pequeño restaurante en el centro de Terrassa, muy acogedor y con un propietario encantador. Menú bueno y a precio más que razonable (2 menús que incluian primero-segundo-postre-pan-bebida y además unos mejillones para compartir para 2 nos salió por 36 euros). Muy buena opción para un día de entre semana improvisado.
Lugar acogedor ideal para ir con quien quieras, el sitio es pequeño pero Guillermo le da un toque de amabilidad que te hace sentir agusto, nosotros hemos ido de tapeo pero la carta tiene buena pinta.
Las bravas caseras deliciosas con su toque picante, las alcachofas con jamón muy ricas, el revuelto con foie espectacular y la croquetas de carrillera muy ricas todo ello con un flan de queso casero riquísimo el cual no tengo foto pero os recomiendo el lugar...al final hace un truco de magia para amenizar la velada..muy contentos la verdad..👌😉
Hemos disfrutado mucho comiendo aquí, la comido muy buena, pero el trato de Guillermo inmejorable con trucos de magia incluidos. 10/10
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