Una compañera del grupo de trabajo conocía el lugar. Antes de volvernos al aeropuerto para venir de vuelta a Tenerife nos recomendó que paráramos allí. Eso hicimos. Pedido: 6 bocadillos de pata con queso blanco. Para comer allí, en la barra. 2 minutos después teníamos los bocadillos listos. Una pasada de sabor esa pata y la combinación con el queso blanco y el alioli. El atendimiento para ponerles una medalla a cada uno de los camareros, espectacular. Un compañero y yo acabamos pidiendo otro bocadillo más cada uno, “el postre” (según uno de los camareros, con un sentido del humor digno de reconocerse… gracias), para irnos servidos para la isla vecina.
Recomendado totalmente. Poner en el GPS y a disfrutar.
Esta buenísima la pata, es increíble la velocidad a la que se va acabando según la sacan recién hecha. Llegamos a las 10:00 y nos dieron una mesa dentro para los dos. 10,50 € por dos bocatas de pata, queso y alioli más una botella de agua y una cerveza. Recomiendo dejar algo de propina para escuchar a los camareros y reírte.
Muy pero que muy recomendable el lugar.
Andrés Castellano Rivero
+4
Probablemente el más conocido bar de bocatas de Gran Canaria, un clásico en el que siempre hay que hacer cola, pero la organización hace que sea solo un suspiro. La carta es corta: básicamente se venden bocadillos de pata de cochino al horno a la que se puede añadir queso fresco, y ello en un pan blanco sobado con matalahúva con cuerpo, que hace que aunque el pan no sea muy grande sea suficiente para colmar el hambre de cualquiera. Si queda algún resquicio puede pedir otro.
Los camareros muy organizados trabajan a toda máquina para una parroquia fiel a la que se unen algunos menos habituales como yo. Magnífico bocata en un local práctico y limpio que merece una visita.
El aparcamiento está duro, pero si se persevera, es como todo. Se consigue.
Muy simpática la reacción del equipo de trabajo en grupo, cuando alguien deja bote, que lo anuncia el jefe a lo que los demás, tras dos segundos de espera responden al unísono con una onomatopeya muy canaria.
El precio: un café con leche y un bocata: cinco euros.
Muy recomendable y un espectáculo que hay que probar. Dese un salto, cristiano!
An error has occurred! Please try again in a few minutes