El restaurante se encuentra en las afueras de talavera en un entorno campestre y tranquilo, donde dejas el coche es un descampado en la puerta del restaurante, de tierra y sin sombrero, que si llueve será un barrizal y si hace calor un solárium. Deberían mejorarlo o abrir el parking asfaltado que tienen por el acceso lateral, ( este solo será para eventos ya que se ve cerca de una carpa de celebraciones). Tiene una estética exterior muy acorde con la similitud a fincas colindantes. Na más entrar te das cuenta de los detalles rurales pero a la vez elegantes, dando la entrada a un saloncito con no más de 7 mesas muy acogedor, nada más entrar notas frío, pero debió ser por que estábamos solos y no teníamos reserva y no estaban preparados. Era un martes y muchos establecimientos están cerrados este día. Y este era una muy buena ocasión para probar la finca la Vega. Lo que nose es porque el grifo de cerveza y el pan y demás cosas los traían del exterior abriendo una puerta que entraba una corriente de aire cada vez que salían a por algo. Menos mal que no éramos muchos y las incursiones no eran demasiadas. Pero se hacía molesto porque el aire que entraba era gélido. Pedimos el menú la Mancha para 2 que traia ibéricos y CROQUETAS ( que no sólo se sirven en en fin de semana como nos dijo el camarero, ya que la carta así no lo indica). Los ibéricos riquísimos y las croquetas deliciosas. Habría sido una pena no probarlas. Chuleton a la brasa con plancha para rematar junto guarnición de patatas fritas y pimientos. (24€/ persona) No incluye bebida pero SI postre. A parte pedimos la chuleta de Novilla con patatas y pimientos. 28€ Tanto el chuleton como la chuleta de novilla tenían un sabor y textura tremendamente deliciosa. Y el toque de la plancha caliente y poderte dar tu toque a la carne es espectacular. Postre: tarta de Oreo, tres chocolates y la abuela. Culminan una comida calidad precio estupenda. Los pequeños detalles anteriormente descritos no se hacen notar con la buena atención del camarero y los platos exquisitos hacen que la ocasion sea de 8,5 sobre 10.

La comida excepcional en cuanto a calidad se refiere, el emplatado excepcionalmente cuidado, la degustación de postres es expectacular sobre todo el arroz con leche, la verdad una sorpresa porque por fuera el local dice otra cosa ...pero verdaderamente de sobresaliente. El servicio de sobresaliente también, tanto Tatiana cómo Patri han estado pendientes en todo momento que no nos faltara nada . Lo recomiendo sin duda, visito mucha hostelería y la verdad es que se respira profesionalidad desde que entras por la puerta.