Restaurante en el paseo de Sitges, justo bajo la iglesia.
La comida es de 10, con una variedad muy grande de tapas y paellas.
El ambiente es de esos que todo tipo de persona buscamos, estar tranquilos y agusto, tanto si venimos con amigos, como si venimos en familia.
Los camareros son lo mejor que tiene este restaurante, ha llegado un punto que nos sentimos como en casa.
Haciendo un resumen.... hemos estado en casi todos los restaurantes de la zona, y clarísimamente este es la mejor opción comida/precio/calidad. Si andáis por la zona, no dudéis en entrar, me juego lo que queráis que no os arrepentiréis.
Todo genial! Fuimos temprano, alrededor de las 12, a tomarnos unas claras y unas bravas (que estaban riquísimas). El ambiente genial y buenas vistas, el camarero muy simpático y de buen humor! A la hora de comer alrededor de las 13h pedimos la paella vegetariana y de postre el strudel de manzana. La comida riquísima y de muy buena calidad, el ambiente muy agradable y la música de fondo muy ambiental, nada ruidosa. Todo muy tranquilo, y el servicio genial. Cuando fuimos estaba bastante tranquilo y vacío, y se comenzó a llenar a la hora de comer, pero tampoco mucho. No parece repleto porque las mesas están muy bien puestas. Recomendamos mil el strudel de manzana, nos ha encantado! Si vinieramos de nuevo a Sitges repetimos. Además, todo muy buen precio considerando lo bien que está preparado. Tiene unas lucecitas que imagino de noche se encienden, lo cual debe dar un ambientillo muy agradable :)
La comida de 7 sobre 10, fue bastante aceptable con respecto al precio. En esta ocasión pedimos menús de unos 25€, a parte de un extra por el arroz caldoso, es decir unos 37€/persona.
En cuanto al servicio de 10, el personal que nos atendió muy agradable y atento.
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