Uno de los mejores sitios para comer hamburguesas en Sevilla. El sabor y calidad de la carne es espectacular. Gran variedad de hamburguesas, algo corto en cuanto a entrantes. El local suele tener una alta demanda y se recomienda coger cita con unos días de antelación.

Estuvimos comiendo ayer 4 personas. La comida estupenda, la verdad que nada que objetar de la misma. Sin embargo, les pedimos en varias ocasiones si podían ponernos en una mesa dentro (ya que estaban varias vacías y eran las 15:30, no creo que fuera a venir mucha gente más). Ellos mismo nos dijeron que las horas más concurridas eran de 14:30 a 15:00h. Se lo volvimos a pedir otra vez y nos dijeron que aún faltaban muchas reservas (debe comer mucha gente de las 16:00h en adelante). Estuvimos fuera, helados con el viento, el resto de la comida, mientras vimos como en ese periodo entraron unas 2 mesas nuevas a comer al local, quedando vacías otras tantas mesas (las que ya lo estaban y las que se iban quedando vacías porque los comensales se marchaban). Entré al baño a corroborar que seguían libres y así era. Entre medio, pasaron a una mesa que estaba fuera dentro. Les pedimos entrar a tomar el postre dentro y nos dijeron que no se podía porque estaban esperando a las reservas que faltaban, entre medio salió el encargado enfadado, tratándonos fatal y hablándonos en modo totalmente inadecuado para ser clientes. Casualmente cuando nos acabamos el postre, nos avisó que se le quedó una mesa libre dentro que le “acababa de cancelar a las 16:30h” (mentira, estaban limpias todas las mesas hace tiempo y a esa hora dudo que se sigan dando comidas). Por otra parte, vimos cómo se fueron 2 camareros sobre las 16:45h, porque obviamente no había ninguna reserva más a esas horas. Por lo que me imagino (y lo que parece), es mucho más fácil decir que no hay sitio dentro y dejar las mesas de dentro limpias y preparadas para la cena que pasar dentro a los clientes. Conclusión: la comida es espectacular, los camareros dejan bastante que desear y es la primera vez en mi vida que un encargado de un restaurante me habla de una manera tan desafiante e inadecuada.