Buen sitio en pleno centro de Sevilla para probar algunos platos diferentes, con una materia prima de primer calidad y muy bien elaborados. El trato del personal es de lo más atento y educado. El local muy cuidado, limpio y bien decorado. La única pega que pondría es en cuanto a la relación cantidad/precio, pero entra dentro de lo normal para este tipo de restaurantes. Sin duda muy recomendable.
Restaurante situado en la calle Harinas, cerca de la catedral. Decoración sencilla, pero bonita. La comida es muy buena, bien elaborada,, quizás la paella negra de calamares debería tener más sabor a pescado. La atención de las camareras es agradable y con simpatía.
Es un sitio increíble, tiene muy buena decoración. El personal es muy amable y atento.
El producto que proporcionan es de primera calidad y se nota que le ponen mucha pasión a sus platos y esto se ve muy reflejado en el resultado. Repetiria sin dudarlo. Aconsejo a todo aquel que esté por la zona de la calle harinas que se pase ya que es un sitio que merece mucho la pena disfruta de esta auténtica experiencia gastronómica.
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