Fuimos a cenar domingo por la noche, un sitio muy tranquilo, el local es precioso, la comida muy rica y el personal muy atento. Tanto Fany que fué quien nos atendió, como Miriam que fué la que nos preparó la cena, estuvieron muy pendientes de nosotros. Muy recomendable si te gusta salirte del típico restaurante italiano y probar cosas distintas.
Hemos ido a comer, y nos ha atendido Loli, la cual nos ha tratado genial en todo momento, ha sido muy atenta y nos ha recomendado diversos platos muy acertados. El trato y cuidado del personal ha sido excepcional. Se notaba en todo lo que hemos comido la calidad de los alimentos y la buena preparación de estos. Todo lo que hemos comido a parte de estar muy bueno se ha notado ligero y agradable.
Un sitio muy recomendable en todos los aspectos!
Si vuelvo por Santiago me aseguraré de hacerles otra visita.
Una decoración muy chula y original, unos camareros muy atentos , en nuestro caso Alejo fue un crack.
Cogimos entrantes para dos personas y la tabla nórdica estaba riquísima, además pedimos una provoleta clásica que venia con los panecillos calientes de acompañamiento, muy muy rico sin duda.
Tiene mucha variedad sin gluten y para personas alérgicas ( es lo primero que te preguntan los camareros)
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