Buen restaurante, los platillos son interesantes y las opciones de vino también. El lugar es agradable aunque con pocas mesas, en su mayoría es un espacio para comer en barra con sillas altas.
El servicio al cliente no me gustó. Nos tocó un mesero que parecía que tenía mala noche. Por el servicio sinceramente no regresaría nuevamente.
Cocina creativa con fusión japo-asiática donde se da prioridad al producto y el resultado es fantástico. Buena calidad-precio de todos los platos que hemos probado. El local dispone también de una bonita terraza interior.
He cenado tres veces en este sitio y cada cual mejor. La comida es exquisita, el servicio profesional y el ambiente muy agradable, sobre todo en las mesas que dan al jardín de dentro. Los precios son más elevados que en otros sitios, pero la calidad se paga. Además tienen buenas opciones sin gluten y platos adaptables, también entre los postres. Hasta ahora siempre nos ha merecido mucho la pena.
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