He venido por primera vez a Santa Ponsa, y guiada por las buenas valoraciones, visité este establecimiento. Me ha gustado mucho lo que he probado de comida, a destacar el pastel de pollo, así como el mojito y la sangría que tomé, están en el punto perfecto para no saber demasiado a alcohol y poder notar bien el resto de ingredientes. El trato es estupendo, súper atentos y cercanos. Da gusto venir a sitios como este 😊
Ya iba predispuesta por las excelentes reseñas y todo resultó a la altura de las expectativas. El local sencillo, limpio y muy agradable, cuenta con la ventaja de tener unas maravillosas vistas a la playa de Santa Ponça.
El matrimonio que regenta el Waina Tavern, es el único personal que vas a encontrar, pero se bastan y sobran para atender a los clientes con amabilidad y calidez, haciéndoles sentir como en casa.
Tienen una carta no muy extensa que manejan a la perfección, basada fundamentalmente en la gastronomía brasileña.
No hay que dejar de probar las tapas brasileiras, los pasteles de carne y pescado, los muffins (salados), todos ellos elaborados con una masa muy sabrosa, ligera y nada aceitosa. Por no hablar de los deliciosos cócteles, que ellos mismo elaboran.
Aún nos quedan platos por probar y pensamos hacerlo muy pronto.
Sin duda, un lugar para volver.
Acabamos de cenar aquí y no sólo la comida está buenísima, hemos comido tapas variadas típicas brasileñas, los cócteles y sangría nos los han hecho a la vista y están deliciosos, sino que ellos son maravillosos, te explican todos los platos genial y al detalle y encima tienen unas vistas preciosas. Maravilla!! Muchas gracias!!
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