La comida estuvo muy muy buena. El servicio bien. Solo que a veces nos dejaba un poco olvidados. Pero en general bien. Muy queridos. Podrían mejorar un poquito la atmósfera, con algo de música tranquila o no sé algún detalle con luz interesante sobre las mesas de afuera.
Solo una recomendación, pero nada importante. Me gustó!
Desayunamos en el lugar, lo encontramos por pura casualidad camino al estacionamiento para irnos.
El lugar es pequeño cuentas con unas 8 meses a dentro y unas 6 afuera.
La calidad de los alimentos está muy buena, con una buena relación cualidad/precio.
Pedimos unos huevos revueltos con balcón (6,5€) y tosta de salmon (7€). Además de unos cookies y croissant.
El café está también muy bueno.
Todo muy rico, con un servicio rápido, amable y sonriente!
Muy recomendable. Los pintxos, y la comida espectaculares. La presentación de todo un diez.
El personal muy amable.
Un sitio muy tranquilo donde tomar algo sin agobio.
Volveremos!
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