Nuestra experiencia ha sido genial. Cenamos cuando llegamos el primer día de vacaciones y almorzamos al día siguiente. La calidad de los platos, la atención del personal y las vistas desde el chiringuito han sido excepcionales. El propietario Javier ha estado atento a todo y su hija, que se encarga de organizar las comandas y coordinar a los camareros es una máquina en su trabajo. Eficientes y amables. Y el producto fresco y bien cocinado. Sobresaliente el arroz de marisco. Para chuparse los dedos. Sin duda repetiremos.
Buen chiringuito con carta muy variada, raciones bastante grandes y buen ambiente.
Además de las tapas con la bebida, recomiendo, recomiendo los boquerones y cualquier pescado a la brasa del día.
Además, algunos días tienen música en directo y es muy divertido
Unas vistas preciosas, buenos platos y una atención más que correcta.
Primero disfrutamos del típico caña y tapa, con una tapita de migas con sardina y pimiento de padrón, y luego con el pulpo y la paella "ciega" que es como el "a la banda" de Valencia y Murcia. Todo muy rico.
Salimos a 80€ con el par de cañas del principio, una botella de verdejo, una grande de agua y un cortado descafeinado. De detalle nos invitaron a un par chupitos y nos dieron un par de bombones helados (tamaño bombón entiéndase).
Repetible si volvemos por la zona.
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