Como siempre un placer comer en casa de Martin. Todo és una experiencia: la comida, la conversación con él y con el resto de comensales, ver como trabaja y sus explicaciones. Para nosotros el mejor restaurante dónde hemos comido.
No es un Rte. de 10 es simplemente que con un 10 no es suficiente.
Según mis personas cercanas soy una persona “difícil” a la hora de probar cosas nuevas porque en cuestión de comida pocas cosas me gustan.
El 539 tiene “casi” (porque nunca puedes decir una afirmación al 100% en la primera visita) todo lo que se necesita para ser un rte a la altura del Bullí o similares con el atractivo de tener a Martin (el Chef) justo delante de ti cocinando en ese instante para ti.
Los platos no diré que son estupendos porque no son solo eso sino que están exquisitamente deliciosos y con una presentación ideal. Yo entré con la idea de que quizás saldría con hambre por no haber platos que pudiera cenar y todos fueron de Excelente (aun y no gustándome casi ninguna carne,ni el picante y mucho menos el limón).
Y en cuanto al trato “Mi querido Martin, me quito el sombrero”, con tu servicio tienes todo lo que se necesita para hacer de una cena, una velada perfecta.
Si eres de Puigcerda te recomiendo encarecidamente este restaurante, y sino lo eres y estás “de paso” como yo, ni lo dudes en reservar.
Al Chef solo me queda decirle que no te quepa duda que la chica del “Sin limón” algún día volverá. Muchísimas gracias por el servicio, la comida y tu cordialidad 👍🏻👍🏻👍🏻
Llevábamos tiempo queriendo venir y nunca encontrábamos el momento. El local es acogedor donde únicamente puede dar cabida a 8 comensales y donde únicamente trabaja una persona, Martín, hace de cheff, jefe de sala y camarero. Es muy simpático y la presentacion de los platos es individual aunque los pidas para compartir, algo que es excelente y se agradece.
De entrante nos preparo un montaditos con sobrasada, perfecto para abrir el apetito.
De primero pedimos las famosas croquetas de jamón que según se anuncia son finalistas del campeonato del mundo. Una vez las probamos hay que reconocer que son muy buenas, crujientes por fuera y casi líquidas por dentro. En su interior trocitos de jamón, hay que probarlas.
Pedimos unas alcachofas crudas sobre crema de topinambur con panceta y trompuda negra. El resultado es un plato delicioso, las alcachofas buenísimas.
También probamos los buñuelos de bacalao , son riquísimos. Súper crujientes por fuera y finos por dentro, una mezcla equilibrada y con una salsa de tinta de calamar, sorprendentes.
El primero de los segundos a sido una pintada semi salvaje de Gava, guisada con mucha cebolla y salsa de cava. La salsa esta para mojar pan, y la carne es algo más prieta que la típica de pollo al gozar de libertad para moverse las aves. Nunca la habíamos probado y esta muy bien.
Continuamos con un cordero lechal con patatas, el cual se cocina en su propio jugo y al final incorpora un poco de caldo de carne. El resultado es un cordero muy tierno y dorado por fuera. Viene acompañado de patatas. Por último las carrilleras de ternera del país especiada, cocinada en salsa de vino tinto, súper tierna y con un toque de especias supremo. Puedes notar que tiene muchas especias pero ninguna tiene una nota predominante sobre las demás, te traerá muchos recuerdos o por lo menos a mi particularmente. Excelente.
Acompañado con un vino tinto DO Montsant viña Goretti, un vino con cuerpo que acompaña muy bien a los segundos.
Por último pedimos la tierra de cacao con helado de yogur y espuma de azafrán. Brutal, la espuma acompaña al helado de forma perfecta.
En resumen, cocina del más alto nivel a un precio genial acompañado de un trato por parte de Martin, gracias por esta experiencia.
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