La cena estuvo muy rica pero, si es verdad que, los precios son muy elevados para la cantidad de comida que sirven. Es una pena porque te quedas con ganas de más. Los postres, sin duda, lo mejor de la cena
Buscando donde cenar BIEN en la playa del inglés y huyendo del tumulto, descubrimos por pura casualidad esta joya escondida a un paso de las dunas y lejos (pero cerca) del bullicio del ocio nocturno. Exquisita decoración, excelente atención del personal y maravillosas creaciones culinarias a un precio inmejorable. Acostumbrados a los precios de los menús degustación de calibre estrellas Michelín el precio del Calma Chicha, 60€ por persona sin vinos, es muy gratamente sorprendente. Habíamos comido a lo canario (todo aquí es ración extra grande) por lo que cenar el menú degustación no nos era posible así que tomamos dos primeros, dos segundos, un postre y dos vinos dulces aparte de una botella de vino. Nos costó 105€. Excelente cena.
Ensalada templada de verduras (Espectacular)
Carpaccio de atún rojo
Chipirones saharianos a la plancha con ajillo y guindilla
Pescado fresco con berberechos plancha
Postre tropical
Un acierto total en la zona y en la isla
Antonio Francisco Hernández Santana
+5
Para mi un rincón de relax y sorpresa donde volver. Entrando con un vermouth de glez. Byass, con jerez, es ASOMBROSO! Esta vez acompañado de un A coroa ( Godello). Nos sirvieron un gazpacho, y pedimos: carpaccio de ciervo, falso sashimi de pez limón, magret de pato en guarapo. Espectaculares, el pato muy tierno y quizá le echaría en falta algo de sabor, el higo estaba espectacular acompañando, aún así, le faltó un toque ( para mí gusto). Texturas en chocolate ( por separado bien pero echamos en falta unión en el postre) y tiramisú de calma chicha (INDISPENSABLE). ENHORABUENA AL EQUIPO, siempre sorprende!! Para repetir!
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