Tener este chiringuito ubicado a pie de playa es un plus. Es un local con una terraza amplia y un ambiente ameno ideal para tomar algo o comer a medio día de playa. Disponen de dos baños que están súper limpios, huelen bien, tienen papel sanitario (que se acaba, si; pero avisas y lo reponen). El personal es bastante amable. Hemos cogido algunas bebidas mientras estuvimos disfrutando del día de olaya y luego hemos comido aquí. La carta es amplia y bastante informada con respecto a alértenos. Hay opciones para niños y también para veganos (otro plus). Hemos pedido un poco de todo para compartir y la verdad estaba bastante bueno. La paella a mi parecer un poco pasada de sal pero buena. A pesar de las reseñas que leí, la comida comenzaron a traerla pronto tras el pedido y todo bien; el servicio se ralentizó tras el cambio de turno a media tarde, los que entraron parece no estaban muy a por la labor y demoramos casi lo mismo que en comer, en esperar un café, postre y la cuenta. Los precios me han parecido bastante adecuados considerando la ubicación, calidad y el servicio que ofrecen. Además está Justo al lado del parking de la playa, con lo cual, tienes todo lo que necesitas a la mano para pasar un día estupendo.

He de decir que no esperaba mucho de un chiringuito de playa pero ha sido una experiencia inolvidable, los camarer@s atentos, los platos espectaculares, todo el pescado, el marisco y el arroz estaba muy bien cocinado y bien enplatado y tuvimos la suerte de tener luna llena con lo que tomamos la ultima copa en la arena con unas vistas increíbles. Totalmente recomendable!!!!