Buen sitio para llenar el estómago. La gastronomía básica, platos combinados todos con "huevo", bocadillos y algunas raciones. Pedimos bocadillos, recomiendo el de pollo con queso. Para compartir, las bravas están deliciosas. Los postres son caseros y se notan, recomiendo las natillas. Opcionalmente, puedes acompañarlas de canela.
Los camareros siempre están a tope, pero se apañan muy bien para la alta demanda del establecimiento. Repetiremos sin duda
Nos atendió un camarero muy rápido, creo que era un tal Matías.
Comimos el menú del día, las raciones son abundantes , el salmorejo espectacular y de segundo comi callos y también muy buenos, lo qué no te puedes perder son los postres y en especial la tarta de queso y la cuajada. Volveremos
Muy buena atención y un sitio muy limpio. La calidad de la comida es muy buena y todo es casero. Tienen una gran variedad de postres para elegir con sabor auténtico. Si tenéis oportunidad de pasar por aquí, de verdad que lo recomendamos.
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