Primero de todo destacar el servicio. Si pudiera darles un 100, se lo daría. Todos los chicos muy amables y todo al detalle. Tengo costumbre de beber agua con mucho hielo y mucho limón y creo que ha sido la primera vez en mi vida que me lo han servido tal y como me gusta, sin caras raras. Un diez. El local es muy chulo, con un aire entre nostálgico y moderno. Un acierto. Otro punto a destacar es la temperatura. En una noche tan bochornosa tenían una temperatura muy agradable, sin llegar a hacer frío. La comida un espectáculo. Todo lo que han traído era muy muy muy bueno y muy original tanto en sabores como en presentación. Sin duda repetiré, porque he ido con un amigo y quiero ir con mi pareja, así que en breve iremos y probaremos esa tarta de Idiazábal que hoy ya no nos cabía. De precio… pues sirven calidad así que no esperaba que fueran 30 euros por persona. He pagado a gusto 45 euros por persona porque hemos pedido muchísimos platos y hemos quedado totalmente satisfechos. Lo recomiendo mucho e insisto en que el servicio me ha sorprendido muy gratamente. Si tuviera que poner alguna pega, diría que mi silla (no sé si estaba rota) era bastante incómoda y como hemos estado más de dos horas, pues he estado un poco mal, pero vaya… nada que no se pueda solucionar. Por cierto, pasaban muchos platos muy llamativos así que me quedo con ganas de volver… y lo haré!!!!!!!