Buenas tapas de diseño, exquisitas y muy buena material prima, nos dejamos asesorar y fue todo un acierto. Recomendable. Volveré
Bodegón ubicado en el populoso barrio de la Victoria, a escasos metros del Santuario, que cuenta con salón interior y mesas en terraza. Ofrece una carta en un solo folio, con especialidades del chef, mariscos, pescados, carnes y tapas. Además, cuenta con varias pizarras a la entrada del local donde también aparecen anotados los platos. Optamos por pedir un poco de todo para probar varias cosas: una zamburiña al pil pil, tres caballitos de mar de atún y otros tres de salmón (en ambos casos, boquerones rellenos), un pinchito de atún, unas gambas al pil pil y unas aceitunas fritas. Para beber, una jarra de cerveza y dos refrescos, para una cuenta de 32,50 € para tres personas. Nos encantó el sitio; muy agradable, buena atención, precios razonables y la comida buenísima; particularmente nos llamaron la atención los boquerones rellenos y las aceitunas fritas, plato verdaderamente original y que nunca habíamos probado. Vale la pena hacerle una visita.
Venimos a menudo y a cada vez comemos muy bien. Aquí son platos caseros y auténticos, por ejemplo a mí me encanta la porra, a mi marido la carillada. Aquí hay los mejores calamares que hemos probado. Y además el camarero es simpático y atento a los clientes. Os recomendamos este lugar
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