Un Ramen & Shushi bar que me ha sorprendido gratamente:
- Los entrantes estaban todos deliciosos: las gyozas bien hechas y que se deslizaban solas por la garganta, con mucho sabor, los Xiao Long, esos bollitos de carne con una textura muy buena y un sabor perfecto y los Takoyaki sublimes. Una croqueta con el buen sabor de una masa bien hecha y una pieza de pulpo en su interior, acompañados de tiras de pescado seco y verduras para una presentación de 10. Lo único que me dejó un poco indiferente fue el Tonkotsu ramen, que estaba bueno, pero se me quedo pequeño y con poco sabor. Además, era limpio ya que el caldo no tenía mucha grasa (Quizás de ahí el sabor)
- La decoración del local me pareció brutal, mezclando lo tradicional con paneles de manga de diferentes animes bien pegados en las paredes.
- El personal muy amable, todo el rato pendiente por si lo llamabamos o tenía que retirar algún plato. Además, era muy amable y tenía buen rollo.
- De precio está bien, es el precio medio de los restaurantes japoneses de calidad.
En resumen, es una opción totalmente recomendable, resalta por sus entrantes.
La comida es excelente. Nos encantó el ramen de costilla, el sushi de atún rojo y el city estupendo y las gyozas de pollo con una salsa súper rica. Un pescado de gran calidad, el arroz en un punto glutinoso increíble y abundante.
Vamos a volver para seguir probando el resto de la carta.
La camarera súper amable y atenta, y el ambiente muy bueno, con silencio y música japonesa, además de una decoración bonita.
Veo a gente por aquí descontenta con el ramen, pero prefiero valorar el sitio por lo que es y no por lo que debería ser. Buena atención, comida rica y sobre todo casera. Los takoyaki muy bien, el ramen sin ser el mejor está bueno y se nota casero.
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