Ir a Majao es sinónimo de estar en casa; por la acogida de todos los que forman su gran equipo, por el ambiente tranquilo, por la experiencia y el trato tan cercano, humano y amable. Cada sabor te transporta a un lugar único, te hace disfrutar y viajar a la vez. Platos que son auténticas obras de arte, hechos desde el corazón y como en ningún sitio; para eso Eloy y Sergio son únicos. Manu e Isaac son la guinda del pastel, el complemento perfecto a ese gran equipo, explicando cada plato y amenizando la experiencia. Un conjunto que hace imposible no enamorarse del Majao y repetir siempre.

Estabamos en motril de paso y nos encontramos con el sitio por casualidad. Desde el ppio nos trataron espectacularmente bien. Mención especial a Manu que nos sirvió toda la comida pero todo el personal se volcó. La comida superó con creces las espectativas. Relación cantidad/calidad(sobretodo calidad)/precio, muy superior a lo acostumbrado (somos de Malaga). Fuimos 4 personas y pedimos lo siguiente: - 3 copas de cerveza cada uno - 2 botellas de vino Louro - Aperitivo (a cuenta de la casa) - 4 Tosta de alioli en pan Majao con tomate semiseco - Aguacate soasado sobre tartar de gambón y mango confitado - Pulpo sobre puré de patatas trufado y chips de boniato - Arroz de calamar nacional, bacalao y huevas de choco (para 4) - 3 cócteles macerados - 1 café - 1 tarta de queso Todo estuvo muy muy bueno, nos dejamos llevar mucho por la recomendaciones que nos propuso Manu y acertó de lleno, especialmente con el arroz. De los mejores (si no el mejor) que hemos probado nunca. El precio por persona fue de 59 euros, precio que pagamos encantados hasta el último centimo pues mereció mucho la pena el "ratito" (de 15:00 a 18:00) que echamos. Como algo curioso nos encantó las pajitas de los cócteles que eran de una especie de vidrio, algo que se agradece mucho entre tanta pajita de cartón. Volveremos sin duda.