Establecimiento situado a muy pocos pasos de la Plaza de España, el centro de la localidad. Lo que más me ha llamado la atención es su denominación: “Gastrobar Montecalabria”, que no puede estar más alejada de la realidad. En el fondo, no es más que el típico bar de pueblo, en el que el término “gastro” no se aprecia por ningún lado, ni en la estética del local ni en los platos, ya que lo más “exótico” que encontramos en la carta puede ser carrillera, huevos rotos o secreto, poco que ver con los platos que se supone que debe tener un gastrobar. Dicho esto, poca queja, una carta pequeña en la que solo hay ibéricos y carnes y poco más, a una media de 13 € el plato. Para tres personas pedimos un plato de jamón ibérico puro de bellota y un plato de huevos rotos. Con tres bebidas y un postre de flan de queso con nueces, una cuenta de 37 €. El jamón, exquisito y el plato de huevos rotos brutal, buenísimo, cinco huevos fritos con patatas fritas caseras y taquitos de jamón, prácticamente para comer tres personas. La atención, seria pero correcta; tuvieron el detalle de obsequiarnos con un aperitivo de pan con salchichón ibérico. La cuenta la cantan de viva voz sin ticket ni nada que se le parezca, aunque en nuestro caso el precio coincidía con lo que habíamos pedido. No le doy las cinco estrellas por el detalle del término “gastro”, que induce a error y por el tema de la cuenta; por lo demás, muy buen sitio para probar la magnífica gastronomía local.