Es un sitio al que habíamos ido anteriormente pero ahora ha cambiado. La hamburguesa viene sin patatas y sin salsas, las patatas hay que pedírselas a parte y la salsa también (un euro más). Yo pedí boniatos fritos y tengo que decir que estaban buenísimos y la hamburguesa estaba bestial😵.
Para el centro pedimos las patatas búfalos que también estaban un poco cambiadas, ahora pican un poco por las especias que les echan pero estaban muy buenas.
El postre era con brownie que es lo que menos me ha gustado.
La visita fue muy amena.
La camarera daba un buen rollo impresionante y eso siempre ayuda a la hora de tener una gran experiencia.
Nosotros pedimos la hamburguesa Maya y una smash que fueron un gran acierto.
Los fingers de pollo eran la opción para los pequeños y no fallaron.
Para compartir unos nachos medianos.
Me hubiera gustado que las patatas fueran caseras pero se lo perdona por la calidad del resto de comida.
Probamos el de Sevilla hace mucho tiempo y las de aquí las noto diferente, no se si será porque hay bastante turismo, pero las recordaba mejores, aún así estaban muy buenas. La Maya creo recordar que te fundian el queso en la mesa y aquí no nos lo han hecho.
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