Nos cogimos la Pita Shawarma y sí es cierto que es una explosión de sabor, sobre todo en los primeros mordiscos. Luego va perdiendo fuelle porque las salsas (increíbles, la verdad) están arriba, pero aun así 9/10.
Le pongo 4 estrellas porque, a pesar de que vienen bien rellenas, creo que podría ser más barato. Para una cena con un Combo te quedas bien, pero para una comida por 14'90€ es insuficiente, para mi gusto. Por estar situado en pleno centro de Madrid supongo que es lo que hay.
Un espacio pequeño pero agradable (cerca del centro de la ciudad). Comida de buena calidad y buen servicio. Una excelente opción para aquellos que acuden los domingos a la feria El Rastro, ya que el espacio está ahí. La música podría ser un poco más tranquila (para mi gusto), pero entiendo que es parte de la "ambientación del sitio". Precios un poco más elevados que otras opciones de la región, sobre todo para los que NO quieren el menú (14,90€, precio del menú: con pita, ración de patatas y bebida). Yo diría que 4,5 parece la calificación más justa.
Accesibilidad: baño en la misma planta y con buen espacio para personas con poca (o nula) movilidad.
El pan y el relleno de las pitas está buenísimo y se nota que los productos son de calidad.
A pesar de que es un sitio de comida rápida y que el tiempo de estar en el restaurante no es muy elevado, es destacable la amabilidad del personal, están muy atentos a la limpieza de las mesas, a que te puedas sentar, y siempre con una sonrisa y un toque humano que últimamente se echa en falta… Sin duda repetiremos☺️.
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