Fuimos porque tenía antojo de helado artesanal (no el típico de Frigo) y la verdad es que me quedé con ganas de probar todos y cada uno de esos helados. Están muy ricos y el de chocolate negro especialmente, aunque es difícil quedarse con uno.
Súper recomendable. Nosotros volveremos seguro, si no es a por un helado es a por cualquier otro dulce de los que tienen: trufas, turrones...que repito, lo difícil es quedarse con una única cosa.
Por fin una heladería en el barrio, algo que de verdad necesitábamos en Canillejas, y lo mejor de todo, es que es una heladería artesana.
Lo mejor, aparte de que todo está buenísimo, es la atención y simpatía de Raquel, a quien quiero dar las gracias por traer un producto tan bueno y por su trato.
Destacar, aparte de los helados, los gofres, el chocolate y los churros.
El local es pequeñito pero acogedor. Sólo falta la terraza para el buen tiempo, y el éxito está asegurado.
Edito reseña 07/08: ya tienen terraza 👏👏👏
Los helados muy ricos y sabores súper conseguidos, es muy difícil conseguir un sabor tan natural de unas frutas exóticas, el gofre me encantó, es uno de los que más me ha gustado de los que he probado por ahí, no es muy dulce y no empalaga, es suave, no tiene esa consistencia espesa de la mayoría de los gofres. El personal que atiende es muy amable. Sin duda volveré. Muy recomendable.
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