Es la primera vez que he ido, y sin duda repetiré, tengo ganas de probar diferentes pizzas y las pastas. El precio no es precisamente barato.. a no ser que cojas el menú, que incluye café Y postre (wow), aunque las tortitas lucen más que el gofre, ambos estaban muy ricos. Pero merece la pena, en cualquier pizzería (no vegana) tendría un precio similar. Además nos sobró pizza y la pedimos para llevar, porque estabámos llenisimos. Yo me pedí la pizza con trufa, que tiene un olor bastante fuerte, y parece que va a ser demasiado potente de sabor, pero le das un bocado y los sabores estan muy bien compensados, y mi acompañante, que no le gusta la trufa, estaba de acuerdo. Mi acompañante pidió la peperoni, tenía un punto picante (para mi nada) pero agradable. El local es pequeño pero tiene un rollo muy chulo. No mola que incrementen el precio en terraza, además aunque no es una zona super transitada, está al lado de la carretera... aunque imagino que no les queda otra (en fin, Madrid). Los empleados fueron bastante agradables, y aunque estábamos prácticamente solos, y el local era pequeño, no notamos incomodidad por su parte.

Hemos ido varias veces y todo está riquísimo. Parecía imposible ser vegano y comer buenas pizzas, ha sido todo un descubrimiento. Muy recomendable. Los dulces también están deliciosos. Además, el trato es excelente, las camareras son siempre muy agradables. Muy buen ambiente. No es barato, pero teniendo en cuenta la zona y que estamos hablando de comida vegana, es aceptable. Se ha convertido en nuestra pizzería por excelencia de Madrid, repetiremos en cuanto podamos. Como curiosidad, decir que la última vez fuimos con un napolitano y le dio muy buena nota a la pizza!