Pequeño y acogedor lugar lleno de paz y armonía. El altar es precioso. Hay cantos a la una y media del medio día. El comedor está muy bien y es comida vegana. La gente encantadora y todo el mundo es bien recibido. Repetiré sin duda cuando vuelva a Madrid 😊. Mil gracias por todo.
Me llevaron a comer allí recientemente. Me esperaba un restaurante hindú, por el nombre, y la verdad es que no soy un entusiasta de esta comida (no me contaron nada sobre el local antes de llevarme) así que fui haciendo bromas por el camino. Debí meterme la lengua en el bolsillo. Primero, la comida está muy buena, casera y hecha con la máxima higiene y cuidado. Puedes repetir y comer cuanto quieras por 8€. Eso sí, todo muy sencillo, no esperes un super lujo. De beber, té (y muy rico).
Segundo, la iniciativa es muy de agradecer sobre todo para una gran ciudad. Consiste en que la comida que no se consume al final del día la envasan en tápers y la reparten a personas sin recursos, indigentes, etc. Gracias a ellos estas personas comen caliente y una comida de calidad al menos a vez al día. Si visitas la capital se ve la cantidad de personas que malviven en la calle y que si no fuera por iniciativas como la de Hare Krishna tendrían aún menos posibilidades de alimentarse.
Cuando vaya a Madrid iré muchas veces a comer a este local, tanto por la buena comida como para aportar mi humilde ayuda.
Bravo por ellos.
Excelente trato, excelente comida y excelente es poco. Muy ordenado y limpio, a parte, puedes repetir las veces que desees y la calidad de lo que comimos nos dejo muy contentas a todas, repetiré sin dudarlo. ¿Lo mejor? el pastel de manzana, me pareció una delicatessen y una empanada pequeña que tenía mucho sabor. y contraste. Un 10!
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