Hacia tiempo de no iba a un sitio y todos los platos que pedimos nos gustan. Los nachos hasta arriba de guarnición (nada que ver con otros sitios que te llenan de totopos y acompañamiento casi inexistente) los fingers de pollo caseros y muy muy crujientes y súper ricos. Las croquetas que venían de muchos sabores espectaculares, cada vez que probamos una , nos gustaba más. La ensalada cabra cabreada muy rica también. La tarta de queso y el coulang de 10! En muchos sitios no se molestan en hacerlos en condiciones y los ponen congelados y encima te clavan. El local nos encantó. Sobre todo los cuadros! Hubiera robado todos! 😂. Y para terminar , la atención muy buena. Camareros atentos , educados y rápidos. Destacar el camarero que nos sirvió de lo último. Súper majo !!!! Volveremos sin duda!!!!!
Un gran descubrimiento, después de la locura de Gran Vía, buscábamos un lugar para comer de verdad, cansados de tapas de fritanga, tienen un menú diario variado, con plato de cuchara, carnes y pescados, postres brutales, con cocina propia, se agradece en esta zona.
El trato ha sido espectacular, el local muy acogedor, los baños muy curiosos, con jabón y papel secamanos tan escaso por los locales de la zona, hemos comido dentro ya que está climatizado, para rematar, los cafés y las copas en la terraza.
Todo un acierto, volveremos.
Un restaurante con mucho encanto, y una comida exquisita muy elaborada, tanto el menú diario como la carta todo riquísimo,el servicio muy amable. Sin duda un sitio muy recomendable en Madrid. Hemos quedado encantados.
An error has occurred! Please try again in a few minutes