Cafetería tradicional que cuenta con una amplia terraza muy tranquila, en esquina a calle peatonal con bonito arbolado. Tiene zona semi cerrada y calefacción en invierno, para no pasar frío. El servicio es excelente y lo que sirven tiene muy buena calidad y lo preparan muy bien. Hoy hemos tomado tostada con tomate y aceite para desayunar, con su pan recién hecho y el aceite para que te pongas lo que te apetezca, y nuestro café con leche habitual, que sirven con mini magdalenas. Relación calidad precio inmejorable.
Comimos el menú del día y la relación calidad precio es espectacular.
Tienen una muy buena terraza pero nos tocó dentro ya que estaba todo lleno.
Comida casera y muy bien hecha.
Y un producto muy cuidado..
Para repetir.
Terraza agradable en calle Melilla, tiene opción de terraza cubierta y bastante bien montada, recomendable para días de lluvia. Fuimos seis personas, con reserva y aunque tardaron un poco en atendernos en cuanto empezaron todo fue rodado. Pedimos para compartir todo: bravas (un poco sosas, lo que menos nos gustó), croquetas (sin más), ensaladilla rusa (muy buena), dos cachopines (bastante buenos, los recomiendo) y zamburiñas (vienen seis en cada ración, están ricas). Luego nos pedimos una copa y trajeron gominolas y una ración de almendras fritas recién hechas, un detalle. Salimos con todo a unos 25€ por persona, muy bien de precio. Volveremos.
*de diario tienen menú del día y me han dicho que está muy bueno
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