Opiniones Restaurante Ox's

Un sitio dónde ir a comer, a cenar, a desayunar. Para ir solo, con amigos, con familia, un día normal o para celebrar algo especial. Un clásico en Madrid, de los de toda la vida, con más de 40 años deleitándonos con su cocina Vasco-Navarra. Y a pesar de los años moderno y con clase. Un restaurante, para quitarse el sombrero. Yo estoy enamorada de las tierras navarras y sobre todo de su buena mesa y te aseguro que este restaurante es para ir muchas veces y no parar de disfrutar… La calidad de sus platos te dejará impresionado. En ellos se nota el cariño puesto y el producto de primera que utilizan. Sin duda, uno de los mejores restaurantes de Madrid. Está en pleno corazón de Madrid, calle Juan Ramón Jiménez 11, en el barrio de Cuzco, junto al hotel Eurobuilding y al Santiago Bernabéu. Es una zona tranquila y a la vez tiene una localización perfecta para ir en transporte público, andando o con tu coche, porque una de las cosas que recalcar, es que tienen aparcacoches y en el centro de Madrid te salva la vida. Es un restaurante en el que sus fundadores están siempre atendiendo a sus clientes. Por un lado el gran cocinero José Ignacio Urdiain y por otro su mujer Mila López de Urdiain, ambos crecieron entre fogones de grandes restaurantes como el Zalacaín de las tres estrellas, en el que José Ignacio trabajó durante siete años junto a su tío Benjamín Urdiain (jefe de cocina de ese mítico madrileño durante 32 años) Nosotros cenamos en la terraza. Es una terraza como hay pocas, que se usa en invierno y verano y en dónde alguna que otra celebridad se pasa por allí. Además no tiene un coste adicional, con lo que, alguna de las veces que vayas (porque irás más de una) apuesta por ella. Si vas a celebrar algo, no lo dudes, porque además de la terraza que te la preparan preciosa, tiene 3 salones privados hasta 35 comensales. OX’s dispone de una seleccionada carta de vinos con diferentes referencias de varias denominaciones de origen, incluidas algunas añadas históricas de Rioja muy difíciles de encontrar salvo en colecciones privadas o tiendas especializadas. Para abrir boca te contaré que nos han puesto unos entrantes con estilo y muy ricos. Salmorejo, ensaladilla, croquetitas de pescado,... Para empezar hemos tenido la suerte de degustar las primeras alcachofas de la temporada en un plato emblemático de OX´S, alcachofas con almejas. Se deshacían en la boca y las almejas que las acompañaban de vértigo.. ✔️ Seguimos con unos chipirones en su tinta frescos y deliciosos. ✔️ La carne que nos sirvieron para terminar, antes de los postres indescriptible... ¡Dios que carne😋‼️ ✔️ Y con los postres ha sido ir sucumbiendo de pecado en pecado sin poder evitarlo: Un helado de queso fresco riquísimo acompañado de un culís de frambuesas maravilloso. Un flan de queso cremoso a más no poder y como buen restaurante Navarro, no puede faltar una cuajada artesana de verdad. Y digo de verdad porque está elaborada, como todos los platos, en el propio restaurante y con leche de oveja traída especialmente desde Navarra. Un sabor que solo puedes valorar de verdad si has estado en Navarra y has probado la verdadera cuajada . Sin palabras. Con los postres nos han obsequiado también con una gran Teja de almendras casera muy Zalacaín que daba pena romper y que estaba buenísima y unas trufas deliciosas. Un acompañamiento ideal para el café de después de los postres. tengo muy claro porqué voy a volver a OX´s. No me quiero perder los platos tan míticos que me han recomendado, como los primeros cardos a partir de Diciembre, que se sirven a la navarra, con jamón y panceta. La tradicional menestra que preparan con las verduras que la huerta da en las diferentes estaciones. Una espectacular y sabrosa sopa de pescado, su imprescindible chistorra, o sus memorables alubias rojas (con o sin “sacramentos”) y sus carnes y pescados sobresalientes. En resumen, me he encontrado con personas que merecen la pena, que aman su negocio, la buena comida, la buena cocina y el buen servicio. Un lugar para ir y quedarse a vivir.

Muy buena cocina, productos de primera, sitio agradable para comer comida tradicional Navarra, buena atención, precios altos. Salones privados muy tranquilos.

Decoración, trato y platos excelentes. Lugar muy tranquilo, perfecto para parejas, aunque también hay apartados para reuniones de trabajo y celebraciones familiares. Todo un acontecimiento que no conocía. Volveré.

Todo un clásico. Más de 30 años ofreciendo la mejor comida navarra en Madrid. El cambio de gestión no ha afectado a su cocina, que es notable. Cuando voy siempre pedimos pimientos rellenos, menestra, chistorra, merluza en salsa verde, flan de queso, helado de queso. Todo muy rico. Es un sitio muy recomendable. Precio alto pero calidad notable. Personal muy amable. Para mí la decoración es su principal defecto. El local está falto de un encanto que le ayudaría a lograr ser una apuesta ganadora.

Un trozo de Navarra en Madrid. Dada su situación, es una de mis opciones preferidas para comer con clientes. Excelente calidad en las materias primas, una buena cocina y un servicio personalizado por parte de su dueña y de los camareros hacen que se disfrute de un restaurante Navarro en pleno Madrid. El ambiente es agradable y dispone de dos reservados por si quieres intimidad. Además de una variada carta hay que dejarse asesorar de las recomendaciones de cada temporada.

Cena de 5 personas una agradable noche de principios de septiembre. Restaurante de comida clásica, de corte vasco-navarro, situado en un lateral del Eurobuilding. Este noviembre cumplen 33 años abiertos, ahí es nada. Tienen una terraza bastante amplia, que puede cerrarse o mantener totalmente abierta, que creo que se sitúa en Doctor Fléming, puedes atravesar el local o acceder por esta calle directamente, no es interior. Carta variada y muy tradicional, precio alto, que no altísimo (unos 50€ persona con bebida) con gran protagonismo de las verduras, por supuesto de temporada. Todo a compartir, unas cuantas prueba de algunos platos en formato tapa. Jamoncito rico, acompañado de pan de cristal (nuevo en carta, importado de sus vacaciones) con tomate bien bueno. Un muy buen comienzo. Ensaladilla rusa. Buena verdurita en su punto, buen atún, mayonesa rica. Fresca e ideal. Salmorejo. Sabor a tomate, punto de liquidez bueno, nada pesado, con huevito y jamón picado por encima. Rico. Sopa de pescado. Sin almejas, se quedaron sin ellas en el servicio de comidas pero esto no supuso un gran problema: vaya sabor que se gastaba la tía, espectacular. Que sepáis que en muchas casas sirven esta sopa en navidad. Menestra. Es un plato que a mí ni fu ni fa, es más, yo no lo he pedido en mi vida ni sacado de una carta ni de un menú del día. O sea, que las contadas veces de mi vida que lo he tomado ha sido por obligación, y vete tú a saber dónde, no puedo recordar ni una sola vez. De escándalo. Todas las verduras, además de bien ricas y sabrosas cocinadas en el punto justo, al dente. La salsa es espectacular, una salsa blanca que me recuerda a una salsa verde suave. Platazo. Rape a la plancha. Acompañado de verduritas y con fritada de ajos. Jugoso, bien. Albóndigas. Ojo. Yo había visto fotos de estas albóndigas y yo no podía irme de allí sin probarlas. Deliciosas, albóndigas de las de casa. Imprescindibles. Llegó un plato de morro a la mesa pero yo preferí quedarme como estaba y dejar un huequillo a postre. Teja de almendras, es un clásico del restaurante que suele acompañar a los cafés o infusiones. casera y deliciosa. Las trufas que acompañan están de vicio. Flan de queso. Van dos flanes de queso que como este año y me gustan muy mucho, creo que tengo que empezar a asumir que mi problema no es con el flan en general, que el flan de queso me encanta. Delicioso, a mí me sabe a tarta de queso y la tarta de queso es una de mis preferidas ever. Miam. Cuajada, de queso de cabra, muy llamativa y rica, la primera rica que he probado en mi vida. Eso sí, el sabor es muy distinto y no sé si será para todos los gustos pero está bien buena, sabe a leche de verdad. Helado de queso. Muy bueno, acompañado de frutos rojos. Genial. Especial mención al servicio que es muy bueno, con ese punto clásico, y a la maravilla de dueña que además de un encanto es totaaaaaaaaaaaal.

Muy buen sitio, comida casera y de primera calidad. Servicio muy amable. Sacaron los platos a su tiempo, entrantes sin esperar y uno a uno. Terraza amplia.