Espectacular taberna en Madrid. Fui a cenar el pasado sábado con mi pareja y fue una suerte encontrar sitio.
Para cenar pedimos gambas a la plancha, salpicón de pulpo, navajas a la plancha y media ración de mejillones a la vinagreta. Se puede resumir en precio competente, buena cantidad y sabor buenísimo.
Quiero destacar el buen servicio de la camarera Susana, que atendiendo a muchísima gente a la vez más la gente que entraba al local, dio un servicio excelente.
Excelente lugar para tapeo, las gambas blancas a la plancha exquisitas, las mollejas riquísimas. Ambiente muy animado a cualquier hora del día. El personal rápido y eficaz, todos muy amables, especial mención a J, que nos trató de maravilla hasta que nos encontró un sitio. Precio correcto para calidad y cantidad de las tapas. Toca esperar siempre, pero definitivamente merece la pena.
Un bar-restaurante para comer tapas de calidad. Reseñables las gambas, las zamburiñas (las que nos pusieron eran auténticas zamburiñas). Recomendables "los matrimonios" (anchoa y boquerón en vinagre juntos). El atún rojo, especial. Los piononos (mini), de escándalo. Cayeron también un par de botellitas de mar de frades. Muy recomendable.
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