Lugar ya histórico en Despeñaperros. Degusta platos enormes de gran calidad y a buen precio. Tienda dentro del restaurante y decoración con motivos de las fuerzas de seguridad del estado español y de la época de la dictadura. Un templo al país. Te guste o no, ya es una parada típica y lo que sí te va a gustar es su carta y productos. Altamente aconsejable.
Buen sitio en el Barrio del Pilar para tomar unas cañas acompañadas con unas alitas de pollo. Se trata de un sitio con solera, siempre lleno de gente y con cada consumición, una ración de alitas de pollo recién hecha. Las patatas dos salsas, estupendas, son naturales, no congeladas. Ahora bien, las "croquetas caseras" están muy grasientas y por textura y sabor parecen congeladas. Los postres no están mal.
Lo que puedes esperar de este famoso bar de la capital.
Es famoso por las alitas de pollo frito que ponen como tapa con las consumiciones. Son gratis y cuando pides varias cosas van cambiando.
Suele estar muy concurrido y no es fácil coger mesa.
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