Buena atención y de cortesía de la casa nos pusieron un aperitivo de mortadella italiana. La Pizza de burrata, tomate, prosciutto y rúcula estaba muy rica para una cena ligera.
Pasamos por delante siendo más de las 22 h y al entrar enseguida nos sentaron y sirvieron, tanto bebida, como un aperitivo de mortadela y la comida, poco después. Comimos pizza con queso burrata, alcachofas y Uovo alla Tartufina.
Todo muy rico y el personal muy amable. No es barato pero la comida lo valía.
Este restaurante pequeño situado en el barrio de Salamanca consta de una espectacular decoración y de un gran ambiente. Me impresionó bastante el buenísimo trato que recibimos por parte del servicio. La carta no era muy extensa pero la calidad de los platos era alta. Quiero destacar las croquetas de queso y el brownie con un espectacular helado casero de almendras. He de añadir que iban a abrir otro salón dentro para ampliar el restaurante por lo que tendré que volver otra vez.
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