Excelente lugar para probar su menú degustaciones. Optamos por el de 7 pases y pese al miedo que teníamos de quedarnos cortos, fue suficiente. Platos llenos de sabor y muy buena calidad. Bien presentado y atendido. No les doy 5 estrellas pues la comunicación previa a nuestra visita no fue muy buena, no conseguimos hablar telefónicamente con ellos, ni por el wassap que facilitan… reservamos online y fuimos a ciegas pero todo salió de maravilla. Muy recomendable

Fuimos el 5 de noviembre a comer el menú degustación largo. Lo disfrutamos mucho. Menú coqueto, bien hilvanado, con sabores bien armonizados pero sorprendentes. Nos cautivaron el pan de cristal de agua de mejillón, increíble sabor en tan pequeña porción; el ajoblanco de avellana, por su originalidad en la mezcla; el helado de castaña en armonía con el paté de campaña entre panes tan crujientes y la salsa bullabesa riquísima, que supo poner en valor al pescado. Pero sin duda, nuestro gran favorito fue el postre de naranja, albahaca, chocolate blanco y zanahoria. Qué sorpresa en boca, qué divertido de comer. Nos encantó. Aprovecho este espacio para lanzar dos críticas constructivas: La primera, animar al camarero a explicar los platos con voz más viva, hubo ocasiones que costaba esfuerzo oírle y es una pena. La segunda, creo humildemente que cobrar 2€ por dos porciones de pan (si te comes una, también son 2€) en un menú con tan buena materia prima y tanta técnica, desmerece un poco. No sé la fórmula, pero incluso incrementando ese margen al menú degustación y no cobrándolo a parte, creo que la sensación final sería otra. Enhorabuena, equipo, porque sabiendo lo jóvenes que sois y el relativo poco tiempo que lleváis con vuestro proyecto, aún queda Lado para rato, y sin duda, os traerá muchas alegrías. ¡A seguir así!