Toda una sorpresa escondida en uno de los típicos patios de comercios de Los Caños de Meca.
Ambientazo total para disfrutar en pareja, familia o con amigos, de manera distendida.
Extensa carta con suculentos y sabrosos platos.
Atención esmerada y amable.
Preferible reservar mesa, aunque tuvimos suerte y nos dieron una inmediatamente.
Digno de visitar.
En general muy buena comida y variedad de platos, pedimos algunas cuantas hamburgesas y pizzas, no son excesivamente caros pero tampoco baratos, precio medio. La playa está a algunos cientos de metros osea que eso está genial. Si pasáis por allí os recomiendo ir!!
Al lado de la playa en Caños de Meca, pero metidito en un “bosque” lo que hace que sea bastante agradable cenar ahí por qué no estás al lado de la carretera. Pedimos patatas y nachos para compartir que no están mal, los nachos son bastante grandes. Y pizzas, cinco para siete. Muy buenas todas, en especial la de setas y la tortuga con pera y panceta. Sacamos hueco para el postre, crepe de nutella y tarta de dátiles, la tarta estaba espectacular. Salimos a 17€ por persona y salimos llenos. Lo recomiendo.
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