Panadería tradicional donde hacen pan y otros productos horneados de gran calidad.
La variedad de panes y pastelería es simplemente impresionante. Desde panes artesanales con granos enteros y semillas, hasta pasteles con un aspecto impresionante.
La calidad de los productos es innegable. Los ingredientes son frescos y de alta calidad, lo que se traduce en sabores excepcionales.
En cuanto al ambiente, la panadería cuenta con un espacio acogedor y moderno.
Como punto menos bueno creo que la atención es mejorable. Parecía que tenían pocas ganas de vender y que te están haciendo un favor. Y que parte del personal este comiendo chicle mientras te atienden no me parece profesional y serio.
La panadería debería ser parada obligatoria a todo el que se acerca hasta este municipio. Para los amantes del buen pan este sería vuestro paraíso. Su lenta fermentación, su cocción crujiente, su miga aireada y sobre todo su sabor con un final dulce es un verdadero placer para los sentidos. Sus numerosos premios por este producto, que con el tiempo se ha desvirtuado, son bien merecidos por continuar respetando la receta de nuestros antepasados.
Arte hecho pan! Me tocó ver al maestro panadero haciendo su pan… qué arte! Había cola para comprar, sin embargo avanzó a buena velocidad. Ya adentro decidirte es difícil entre tanta cosa deliciosa. Nos decidimos por una variedad que incluía pan azul, pan de cúrcuma, entre otros. Todos estuvieron absolutamente deliciosos! Sin dudarlo hago el viaje en otro momento para ir por pan.
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