Muy buenas tapas. Sitio agradable, recogido. Camareros agradables. Los linenses muy escandalosos y expresivos en la terraza. La pizarra con las sugerencias: pulpo plancha, chocos plancha, pez espada... Todo muy bueno. La única pega la cuenta sin desglosar, a la antigua, no puedes saber lo que vale lo que has pedido al peso, preguntar es un poco violento. Por lo demás, muy bien.
Uno de nuestros establecimientos favoritos en La Línea. Acudimos varias veces cuando se encontraba en la calle Doctor Villar, y con el cambio a un local más amplio con una terraza más grande frente a la Plaza Fariñas ha ganado mucho. La carta ha cambiado poco: una buena cantidad de tapas, raciones, medias raciones, montaditos y canapés a unos precios bastante económicos. La atención, como de costumbre, excelente. Como es habitual, acudimos para cenar, optando por lo que pedimos casi siempre: media ración de croquetas de rabo de toro, dos montaditos atunara (atún a la plancha con tomate y salsa verde), un montadito Denís (jamón, queso y salsa gaucha), un pinchito de pollo, una tapa de moussaka, una tapa de solomillo al bodegón, una pinta de cerveza y dos refrescos, para una cuenta de 31 € para dos personas. Como siempre, todo perfecto.
Muy buen bar para tapear en el centro de La Línea. Terraza con calefacción en invierno. Tapas caseras y variadas. El trato estupendo y el dueño muy buena gente. Súper recomendable!!
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