Hola 👋 estábamos buscando un restaurante japonés en granollers que no fuera el típico bufet, y poder saborear una comida japonesa mas elaborada y nos decidimos por el éste. Esta céntrico en una calle emblematica y muy cerca de la porchada. Es un local de tamaño mediano y muy acogedor. Nada mas entrar puedes sentir el aroma rico de la comida, pues tiene cocina abierta cosa que me gusta siempre que voy a un restaurante... el poder ver como cocinan. Nos atendieron estupendamente y la comida nos sorprendió gratamente. Pedimos platos que ya anterior comimos en otros restaurantes pero estos tenían un toque personal y muy logrado con la combinación de salsas y sabores. La tempura es un espectáculo visual y de sabor, no te la puedes perder... los nigiris riquísimos, con el punto perfecto en el arroz cosa que se distingue enseguida... el kashudon (no se si se escribe así) muy rico con un toque dulce. Nunca pido las típicas judías japonesas de entrante porqué las veces que las comí en otros sitios lo les encontré la gracia, pues aquí la tienen, están sabrosas y salteadas en wok. Los makis se deshacen en el paladar. A si que valoro mi experiencia muy positivamente. Relación calidad precio acorde con la calidad de los productos. Nosotros no somos de comer pescado crudo y nos aconsejaron muy bien. La verdad aquí se puede comer tranquilo el pescado crudo se nota su frescura. El local es accesible para sillas de ruedas. Un consejo pedid reserva ya que al no ser muy grande el local y el éxito que esta teniendo su cocina siempre esta con vastante afluencia. Repetiremos muy pronto. Gracias por la magnifica tarde.